miércoles, 19 de octubre de 2011

El genio se encierra

Entre tanto festejo, camiseta con letras doradas, celebraciones con champán y dedos al aire, una ausencia pasó desapercibida. Entre el título de Sebastian Vettel en Japón y el de constructores obtenido siete días después en Corea, Red Bull sufrió una baja, la de Adrian Newey.

"La concentración ya tiene que empezar a ponerse en el año que viene y tenemos menos de cuatro meses para diseñar y construir un coche completamente nuevo", explicaba el jefe del equipo, Christian Horner, en el circuito de Yeongam.
"Por eso es por lo que Adrian ha elegido no viajar hasta Corea, está muy ocupado de vuelta a Inglaterra para trabajar en el nuevo RB8", subrayó.
Así que el último gran genio de la Fórmula 1, tal y como le han bautizado en Ferrari, ya está encerrado en su despacho y ha empezado a refinar su creación, buscando el hat-trick, tres títulos consecutivos. Ha desenfundado el lápiz, el cuaderno, la escuadra y el cartabón, porque Newey sigue diseñando a la manera clásica, dejando que sus ayudantes reinterpreten sus dibujos y los pasen a tres dimensiones en el ordenador.
Newey tiene mano libre absoluta en el equipo, y suele apurar mucho sus diseños, incluso saltándose algún test de pretemporada si así puede pulir algún detalle más. En Red Bull lo saben, pero nadie osa a meterle prisa al genio: "El concepto básico está ya realizado por Adrian, pero no le he preguntado en qué punto se encuentra o cómo es al detalle", ha desvelado Helmut Marko, director deportivo de la escudería, al Kleine Zeitung, "Nos gustaría estar en el primer test de febrero, pero si Adrian dice que todavía hay medio segundo de mejora, le haremos caso".
La duda en todos los equipos estriba en si Newey va a ser capaz de mejorar lo que parece inmejorable o si precisamente el margen de mejora es tan pequeño que Ferrari o McLaren tienen mucho más espacio para hacerlo, posibilidades de remontar, en una palabra.
Lo que no parece es que Adrian vaya a empezar de cero, ya que la única novedad en el reglamento de 2012 es la supresión de los escapes sopladores, que no podrán ir raseados sino que regresan a las alturas, a la parte final de los pontones. Eso sí, buena parte de su actual superioridad radica en el dominio de ese aire suplementario hacia el difusor trasero y a este cambio se agarran los rivales para esperar un cambio de tornas el año que viene. "Sólo puedo decir que mucha gente va a alucinar con el RB8", ha dicho Newey.
"Sabemos que nuestros rivales van a apretar duro en invierno porque hacer lo que hemos hecho un año, lo pueden tolerar, pero hacerlo dos veces, probablemente moleste un poco", insiste Horner, que se pone ahora la piel de cordero y asegura que en 2012 no va a ser sencillo repetir lo de esta temporada.

Fuente: marca.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario